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Por qué mantener infraestructura heredada será un riesgo para tu empresa en 2026

Modernización de infraestructura heredada en empresas para mejorar la eficiencia y la seguridad tecnológica.

En muchas empresas, la infraestructura tecnológica que sostiene las operaciones diarias ha estado funcionando por años. Servidores físicos, sistemas operativos antiguos y aplicaciones que ya no se actualizan forman parte de lo que se conoce como infraestructura heredada.

La realidad es que este tipo de sistemas, aunque todavía operan, se han convertido en un riesgo silencioso para las organizaciones: drenan presupuesto, limitan la innovación y exponen al negocio a riesgos que muchas veces pasan desapercibidos. En este blog exploraremos qué es realmente la infraestructura heredada, cuáles son sus costos ocultos y cómo puedes evaluar su impacto en tu empresa.

¿Qué es la infraestructura heredada?

Se conoce como infraestructura heredada al conjunto de sistemas, hardware y aplicaciones que han quedado obsoletos, pero que aún se mantienen en operación dentro de una organización. En muchos casos, estos equipos cumplen funciones críticas como el manejo de datos financieros, el control de inventarios o la gestión de clientes.

Es común preguntarse por qué siguen existiendo este tipo de infraestructuras en empresas modernas. Las razones varían: el alto costo de reemplazo, el temor a interrupciones operativas, la resistencia interna al cambio o la falta de una visión estratégica centrada en innovación.

El problema es que, aunque la infraestructura heredada pueda “funcionar”, lo hace a un precio silencioso y creciente. Muchas compañías sufren sus consecuencias sin darse cuenta, frenando su capacidad de crecimiento y adaptación en una era donde la tecnología evoluciona a gran velocidad.

Según informes, el mantenimiento de los sistemas heredados cuesta a los departamentos de TI, en promedio, casi USD 40,000 cada año. Esto significa que gran parte del presupuesto se destina únicamente a mantener en funcionamiento tecnologías que ya no aportan valor estratégico. En un entorno donde la competitividad depende de la agilidad tecnológica y la capacidad de innovar, este escenario se vuelve cada vez más insostenible.

El costo oculto de la infraestructura heredada

Costos de soporte y mantenimiento cada vez más altos

Los sistemas heredados requieren soporte técnico constante, piezas de repuesto difíciles de conseguir y licencias que ya no reciben actualizaciones oficiales. Con el paso del tiempo, los proveedores dejan de ofrecer soporte, lo que incrementa los costos internos o externos de mantenimiento. En otras palabras, cada año la empresa paga más por mantener un sistema que aporta menos valor.

Riesgos de ciberseguridad

Uno de los mayores riesgos de la infraestructura heredada es su vulnerabilidad ante ataques cibernéticos. Estos sistemas no reciben parches de seguridad ni actualizaciones frecuentes, lo que los convierte en un blanco fácil para los ciberdelincuentes. Además, su incompatibilidad con nuevas herramientas de seguridad genera brechas difíciles de detectar.
A esto se suma la exposición legal: regulaciones como el GDPR la Ley de Protección de Datos Personales en varios países establecen sanciones económicas severas si la empresa no cumple con los estándares mínimos de seguridad.

Falta de integración con nuevas tecnologías

La infraestructura heredada rara vez se adapta a las tecnologías actuales, como la nube, la inteligencia artificial o la automatización. Esto limita la capacidad de escalar operaciones, implementar herramientas colaborativas o analizar datos en tiempo real.
El resultado es una empresa menos competitiva frente a aquellas que han adoptado infraestructuras modernas capaces de integrarse fácilmente con soluciones digitales.

Ineficiencia operativa

Trabajar con sistemas lentos o mal integrados tiene un costo directo en la productividad. Los empleados que deben esperar largos tiempos de respuesta o duplicar tareas debido a sistemas desconectados pierden horas valiosas de trabajo. Esto genera frustración, reduce la motivación del equipo y afecta los resultados del negocio.
En consecuencia, los retrasos internos y los errores operativos se vuelven parte del día a día, generando pérdidas silenciosas que impactan en la eficiencia general de la empresa.

Impacto ambiental y energético

Los equipos obsoletos consumen más energía, generan más calor y tienen una huella de carbono considerablemente mayor. Modernizar la infraestructura tecnológica no solo mejora el rendimiento operativo, sino que también contribuye a las metas de sostenibilidad corporativa. Migrar cargas de trabajo a plataformas más eficientes puede reducir significativamente el consumo energético y los costos asociados.

Problemas de escalabilidad

A medida que el negocio crece, la infraestructura heredada se convierte en una barrera para expandir operaciones. Estos sistemas fueron diseñados para una capacidad y un entorno muy distintos a los actuales, lo que dificulta su integración con nuevas herramientas o el soporte de mayores cargas de trabajo.
En el tiempo, las empresas terminan dependiendo de soluciones improvisadas o costosas actualizaciones que frenan la expansión, retrasan proyectos y reducen la agilidad para responder a las demandas del mercado.

Cómo evaluar el verdadero costo de tu infraestructura heredada

Antes de tomar una decisión, es fundamental medir con datos concretos el impacto real de mantener sistemas heredados. Algunos pasos prácticos incluyen:

Inventario tecnológico

Identifica qué equipos, servidores o aplicaciones están obsoletos.

Horas de soporte y fallas 

Mide cuánto tiempo invierte tu equipo interno o proveedor en mantener esos sistemas.

Tiempo de inactividad 

Calcula cuántas horas al año pierden los empleados por caídas o lentitud.

Impacto en clientes

Mide la cantidad de ventas o interacciones afectadas por fallas en la operación.

Cómo tu empresa puede modernizar sin riesgos

Una vez identificadas las áreas críticas, el siguiente paso es planificar la modernización de manera estratégica. Contar con expertos en servicios tecnológicos es clave para evaluar correctamente las opciones y elegir la mejor ruta según la naturaleza del negocio.

De acuerdo con Gartner, existen siete enfoques principales para la modernización, ordenados por nivel de complejidad y riesgo:

Encapsular

Aprovechar las funciones existentes y exponerlas como servicios mediante APIs.

Rehospedar

Migrar la aplicación a otra infraestructura (física, virtual o en la nube) sin modificar su código.

Cambiar de plataforma

Mover la aplicación a una nueva plataforma de ejecución con cambios mínimos en el código.

Refactorizar

Optimizar el código existente para mejorar rendimiento y eliminar deuda técnica.

Re-arquitecturar

Rediseñar la estructura de la aplicación para aprovechar nuevas capacidades tecnológicas.

Reconstruir

Reescribir la aplicación desde cero conservando su funcionalidad principal.

Reemplazar

Sustituir completamente el sistema por una nueva solución alineada con las necesidades actuales.

Cada empresa debe definir su propio camino hacia la modernización, según su infraestructura actual, objetivos, presupuesto y capacidad de adopción tecnológica. No existe una única ruta: lo importante es construir una hoja de ruta clara, basada en datos y evaluación técnica.

Modernizar no es solo actualizar sistemas, sino asegurar que la tecnología acompañe el ritmo del negocio y potencie su crecimiento y competitividad a largo plazo.

Explora alternativas de modernización

La modernización tecnológica no tiene que ser un proceso complejo ni interrumpir la operación. Hoy existen opciones que permiten reducir riesgos y aprovechar la inversión de manera progresiva:

Migración gradual

Actualizar por fases, empezando con los sistemas críticos o de mayor impacto operativo.

Servicios administrados de TI

Delegar la gestión y monitoreo a especialistas garantiza soporte continuo y reduce la carga del equipo interno.

Nube híbrida

Combinar infraestructura local con nube pública o privada para obtener flexibilidad, control y eficiencia en costos.

IA y automatización

Incorporar inteligencia artificial y automatización en procesos operativo, reduce errores humanos y acelerar la toma de decisiones. Estas tecnologías permiten escalar operaciones sin aumentar la carga operativa, mejorando la eficiencia y seguridad del entorno digital.

Estas opciones ofrecen una ruta segura para modernizar la infraestructura, impulsando la agilidad y la seguridad tecnológica sin afectar la continuidad del negocio.

Conclusión

La infraestructura heredada es un freno silencioso al crecimiento, la innovación y la seguridad de tu empresa. Aunque a corto plazo parezca más económico mantener lo que ya tienes, los costos ocultos en mantenimiento, productividad y riesgos cibernéticos terminan siendo mucho mayores.

Modernizar no es un lujo: es una necesidad para competir en 2026 y más allá. El momento de evaluar tu infraestructura no es mañana, es hoy.

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Fuentes

ServiceNow. La fuga heredada: el mantenimiento de los sistemas heredados cuesta a los trabajadores de TI en promedio casi USD 40 000 cada año [Encuesta]. <https://www.servicenow.com/latam/products/it-operations-management/legacy-systems-cost.html>

Gartner. (2019). 7 Options To Modernize Legacy Systems. <https://www.gartner.com/smarterwithgartner/7-options-to-modernize-legacy-systems>

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